Es un dispositivo de tratamiento facial que utiliza diferentes longitudes de onda de luz (como azul, roja, verde, entre otras)para tener una serie se beneficios.

Antes de usarla, es fundamental limpiar y secar el rostro. Luego, se coloca la máscara sobre la cara y se selecciona el modo o intensidad recomendada según la necesidad (por ejemplo, para acné, rejuvenecimiento o reducción de manchas). La duración de cada sesión suele estar indicada por el fabricante (usualmente entre 10 y 20 minutos), y se recomienda utilizarla de forma regular para obtener resultados óptimos.

La aparición de resultados varía según el tipo de piel y la constancia en el uso. Muchas personas comienzan a notar mejoras en la textura y luminosidad en pocas semanas, mientras que efectos como la reducción de arrugas o el control del acné pueden requerir de 1 a 3 meses de uso continuo.

Generalmente, sí. La máscara LED de terapia está diseñada para ser segura en la mayoría de los tipos de piel, incluidas las sensibles. Sin embargo, es recomendable seguir las instrucciones del fabricante y, en caso de condiciones dermatológicas específicas, consultar a un profesional antes de iniciar el tratamiento.

Sí, se puede complementar con otros productos de cuidado facial, como hidratantes, sueros y cremas. No obstante, es aconsejable evitar el uso de productos que aumenten la sensibilidad a la luz o que puedan interferir con la acción de la terapia, y siempre seguir las recomendaciones de un especialista o del fabricante para evitar reacciones adversas.